viernes, 9 de septiembre de 2011

Dos días


08/Septiembre

Estoy escribiendo con la pluma del Julius; es chori. Hoy ha sido muy tranquilo en comparación a ayer. Creo que me precipité en decir muchas cosas porque el Trememn no es tan malo.
Tengo un panorama armado para el sábado y quizás para mañana también. Eso si tengo que hablar con la Raissa pero no sé D:, siento que si voy a ese carrete puro que me pondré aweonao.
~o~
Las frases que frecuentemente me dicen mis amigas:
Felipe, ella no te quiere.
No te arrastres nunca por alguien.
Ella no está enamorada.
Si te ama no te haría eso.
Kaitito, tu mereces más.
No seai aweonao, te tiene para su leseo.
Felipe, no sufras, ella no vale la pena.

Lo que trato de hacerme entender
No importa, yo si la quiero, y sé que ella también
Quizás ella no puede hacer las cosas
Las cosas las hace sin querer
Amo su leseo
Por cada gota mil alegrías
Eso espero, eso anhelo.
Te extraño, Te amo mi Dulcinea del Toboso
Cada día es más y no celeste.
~o~

09/Septiembre

Deben ser algo así como más de las nueve. Lo supongo porque ya hace rato sonó el timbre del cambio de hora y no tengo mi celular como para comprobar la hora.
Anoche me quedé leyendo el Quijote como hasta las tres de la mañana.  A pesar de que le tenía algo de pánico por la cantidad de capítulos y su español antiguo, lo leí con gusto y es más; lo encontré entretenido.
A veces siento que me golpean con palos tal como al Quijote: Por ser distintos. Ambos anhelamos vivir para amar y luchar para vivir. Es raro que lo escriba siendo que hace unos días lo único que quería hacer era morir.
Me estoy quedando dormido, me hace falta un café.
Si vinieras a verme te prepararía un capuchino. Y no es de inseguro, pero no creo que pase. Ojalá esté equivocado.
~o~
Acabo de terminar una prueba de filosofía. Freud ahora debe ser un maldito egocéntrico de tanta polémica que ha causado.
Hoy ha sido un día bastante tranquilo. Mis profesores son muy bacanes.
Escribiré un cuento de cien palabras para el concurso del colegio. Quizás también participe en el Santiago en 100 palabras.
Me está empezando a gustar escribir por el amor a hacerlo. Siento que no necesito a nadie más que me entienda cuando lo hago.
Pero apenas suelto el lápiz debo enfrentar el hecho de que sigo siendo una criatura misántropa de manera forzada.